viernes, mayo 28

Perdidos en Perdidos

Ya está, hace una semana llegó el final de LA SERIE, y con él una catarata de decepciones. Tranquilos, no voy a desvelar en qué consiste dicho final, entre otras cosas porque no hay nada que desvelar. Digamos que se trata de un the end abierto que no explica casi ninguno de los misterios de la isla.

¿Convierte esto a Perdidos en una mala serie? ¿Le da la razón a quienes, barruntando que algo semejante iba a ocurrir, dejaron de verla? ¿Nos han timado? Pues hombre, todo depende del punto de vista. Desde luego, lo ideal hubiera sido que el final cerrara todos los cabos sueltos y explicara hasta lo de los puñeteros osos polares, pero yo no albergaba la menor esperanza, pues hace tiempo que me di cuenta de que era imposible justificar de forma coherente todo lo que sucedía en la isla. Aún así, seguí viéndola. ¿Por qué?

Comencemos por el principio. Perdidos nunca ha sido un producto novedoso ni revolucionario. En realidad, se trata de narrativa clásica basada en un arquetipo clásico. ¿O es que os creéis que esta serie hubiera existido de no ser por el viejo Verne y su La isla misteriosa? Vale, arquetipos clásicos: isla perdida + robinsones. Narrativa clásica: un grupo de personas variopintas -a quienes iremos conociendo conforme avance la narración- metidas por accidente en una situación límite. Digamos que Perdidos es, en principio, una mezcla de La isla misteriosa, El señor de las moscas y Aeropuerto. Y un poquito de King Kong, por qué no. Nada nuevo. Entonces, ¿qué la ha convertido en un acontecimiento social?

En primer lugar, es un relato de aventuras en estado puro; un género éste que, en su forma clásica, lleva mucho tiempo casi ausente de las pantallas (grandes o pequeñas) y de la literatura. Pero a todo el mundo le gusta la aventura clásica, como demuestra la saga de Indiana Jones o la trilogía inicial de Star Wars. Lo único que ha hecho el bueno de J.J. Abrams es modernizar y actualizar unos arquetipos aventureros clásicos que siempre funcionan cuando se usan con habilidad.

En segundo lugar, Perdidos está narrada con lenguaje cinematográfico. No es la primera serie que lo ha hecho, por supuesto, hay muchas (Deadwood, Roma, Carnivale...); no obstante, creo que sí es la primera que ha aplicado la gramática del cine a la aventura. ¿Importa eso? Pues en este caso sí, porque el género aventurero exige de algún modo la amplitud panorámica y espectacular del cine, mientras que ese supuesto lenguaje televisivo basado en el plano corto y la cámara estática va en detrimento del género. Por otro lado, el dinero invertido en la producción se nota y se agradece.

Ahora permitidme un inciso. ¿Qué otra serie de TV ha tenido tanto impacto social como Perdidos? Que yo recuerde, sólo Twin Peaks, la célebre producción de Lynch y Frost de principios de los 90. Es posible que algunos no lo recordéis, pero llegaron a venderse camisetas con el lema “Yo maté a Laura Palmer” y el episodio donde por fin se descubría al asesino creo una expectación similar al final de Perdidos. En fin, no fue un acontecimiento tan grande como el actual, pero es que entonces no existía el fenómeno Internet. ¿Qué tienen en común Twin Peaks y Perdidos? Pues el tratamiento cinematográfico, una galería de personajes atractivos e interesantes, y el misterio.

La tercera razón del éxito de Perdidos es, evidentemente, el misterio. Pero no sólo el misterio global que constituye el eje de la serie (¿qué es la isla?), sino una constante sucesión de enigmas que, al final, han demostrado ser tramposos.

En cuarto y último lugar, la galería de personajes. Perdidos es, fundamentalmente, una serie de personajes; de buenos personajes con buenas historias. ¿Estereotipos?, en muchos casos sí, pero muy hábilmente empleados. Tenemos dos modelos de tío bueno: el tío bueno bueno, Jack, y el tío bueno malo, Sawyer (todas os quedáis con Sawyer, ¿eh, merodeadoras?); tenemos el aventurero con un toque místico, Locke; tenemos el gordito simpático, Hurley; tenemos el hombre de acción de turbio-pasado-pero-en-el-fondo-buen-corazón, Sayid; tenemos la tía buena al estilo Howard Hawks con un toque melancólico, Kate (por cierto, ¿soy el único que se ha enamorado de Evangeline Lilly?); tenemos el tío raro y simpático, Desmond... y la pareja de ancianos encantadores, Rose y Bernard, los exóticos, Sun y Jim-Soo, el malvado odioso, Ben, el bala perdida frágil y entrañable, Charlie, la rubia tonta, Shannon... Vamos que hay de todo. Pero no es sólo la variedad; lo cierto es que son personajes bien dibujados, atractivos y con historias interesantes. Y lo que es muy importante: sostenidos por un casting impecable.

Podría seguir intentando desentrañar las razones para el éxito de Perdidos, pero no vale la pena; aún así, me dejaré una, la última, para más adelante. La cuestión es: ¿me ha decepcionado el final de Perdidos? Sí, por supuesto; no sólo porque no explica nada, sino porque tiene un toque místico-religioso que a mí, personalmente, me toca los eggs. Y es que, uno de los problemas, quizá el principal, que planteaba Perdidos, consiste en que, aparte del marco aventurero, su temática siempre ha oscilado entre la ciencia ficción y la fantasía pura; dos géneros que, pese a pertenecer a la misma familia literaria, son por lo general antitéticos. Dar respuestas fantásticas a planteamientos de ciencia ficción no sólo es un recurso tramposo, sino además equivocado, pues la verosimilitud (el pacto de suspensión de la incredulidad que has alcanzado con el lector/espectador) se va a la mierda. Eso, aparte de no dar la menor respuesta, es lo que le ha sucedido al final de Perdidos.

No obstante, me pregunto cuántas buenas series de TV han concluido con un final de altura y, la verdad, no recuerdo ninguna. Remontándome al pasado, hubo una serie a mediados de los 60 que fue, y sigue siendo, de culto (aunque minoritario, eso sí). Me refiero a El prisionero, producida y promovida por Patrick MacGoohan. En esta serie y durante 17 capítulos, se planteaban dos misterios: quién era el Número 1, el líder de La Villa, el surrealista balneario/cárcel donde está encerrado un ex agente secreto sin nombre, el Número 6, y por qué éste dimitió del servicio secreto. Pues bien, el capítulo final no sólo no respondió a ninguno de estos dos enigmas, sino que además consistió en una especie de desmadre pop que venía a decir: “¿y qué coño importa?”.

El desenlace de Twin Peaks también defraudó a sus seguidores, y el fundido a negro de Los Soprano nos dejó a muchos con una ceja levantada. Prison Break... bueno, tras la modélica primera temporada se fue a hacer puñetas en la segunda. Y es que en general, el gran problema de muchas series de TV (sobre todo las que cuentan con una trama general) es que, si no tienen éxito, la serie se suspende abruptamente sin cerrar la trama (por ejemplo, Carnivale), y si tienen éxito, la serie se estira y se estira, complicándose sin sentido. Y el ejemplo perfecto es Perdidos, que se expandió con una huída hacia delante no demasiado reflexiva.

Entonces, ¿considero Perdidos una serie fallida y desechable? Pues mirad, fallida sí, por supuesto, porque uno se queda un poco con la sensación de que le han tomado el pelo. Pero desechable... ni mucho menos, para nada. Me alegro de haberla visto.

Porque aún queda por comentar lo que yo considero la última razón del éxito de Perdidos: su tono onírico, su capacidad de evocación y sugerencia. Esta serie comparte con Twin Peaks un aspecto más: ambas se desarrollan en una realidad irreal, en un mundo semejante el de los sueños. Y por tanto en un mundo que no tiene por qué ser coherente. Hay demasiadas ideas sugestivas y fascinantes en Perdidos, demasiados buenos momentos teñidos de misterio, como para tirar la serie a la cesta de las inutilidades. Esa señal de radio repitiendo una y otra vez un mensaje en francés, esas escotillas que conducen al subsuelo de la selva, esa Iniciativa Dharma tan setentera, esos bramidos que hielan la sangre mientras contemplamos a lo lejos cómo los árboles se agitan bruscamente delatando la presencia de algo monstruoso (puro King Kong y su Isla de la Calavera), esa valla de postes retro-futuristas destinada a impedir el paso de un ser terrible, ese coloso de piedra del que sólo queda un pie inhumano...

Personalmente, prefiero conservar en la memoria todos los buenos momentos que me ha proporcionado Perdidos a lo largo de sus seis temporadas, todas las ideas sugerentes, todos los personajes atractivos, y olvidarme de ese final tan tramposo y ecuménico (fijaos en la vidriera de la iglesia). De hecho, ya lo he olvidado.



Nota: La chica de abajo, aunque no lo parezca, es Evangeline Lilly.



28 comentarios:

Carlos dijo...

Buenas tardes César,

Perdidos no la he seguido, pero hablando de finales de series. ¿Que te pareció el de Battlestar Galactica(Creo que en algun post dijiste que la habias visto)?

Irisibula dijo...

César, me ha encantado como has resumido las claves del éxito de Perdidos y la herencia literaria que parece ser han olvidado muchos... Se notan tu oficio y tu saber hacer narrativo.

Anónimo dijo...

Seamos sinceros, es original quizas no el más original ni el único que ha utilizado una fórmula parecida...
pero lo han hecho muy bien, para no desvelar el final...si puedo hacer una referencia para explicar donde está la "originalidad" del guión.

Si han visto matrix...piensen por un momento que crean un mundo donde las personas normales se enfrentar a diferentes situaciones y de vez en cuando ven a Neo and company pasar por ahí...las personas no sabrían de que va la historia, eso es contar una historia desde el punto de vista del espectador marginando al protagonista pq si conoces al protagonista ya puedes hacerte una idea de que va todo.

César dijo...

Carlos: Pues no, lo siento, no seguí Battlestar Galactica. Pero, según amigos míos que sí lo han hecho, el final tenía un toque místico un tanto frustrante.

Iris: Muchos han olvidado la herencia literaria de Perdidos sencillamente porque no la conocen. Y, por cierto, muchos de los libros que leía Swayer sí que tienen que ver con el argumento de la serie.

Anónimo de la 1:45: Disculpa, pero no acabo de entender tu comentario :S

Perséfone dijo...

Los osos polares, al igual que muchos misteriores que muchos creen que no se han explicado, sí que están explicados. No de manera explícita (no viene un personaje y lo suelta) pero sí es posible suponer por qué había.

Dharma los llevó y adiestró para girar ruedas (las de las jaulas de Kate y Sawyer) y, ¿qué rueda está en un lugar muy frío de la isla?

Por eso Charlotte encontraba en Túnez un esqueleto de oso.

En cuanto al final de Lost, a mí me gustó bastante. Soy fácilmente engañable en cuanto me ponen la música de Giaccino y hay emotivos reencuentros. Lo mejor es que yo iba sin expectativas altas y me sorprendieron; amigos fans acérrimos que estuvieron repitiéndome meses que el final no les defraudaría, ahora se tiran de los pelos.

(Por cierto, el final de Galáctica es un sinsentido, no sólo por la mística, sino ya a nivel de coherencia...)

Francisco Frutos dijo...

Pues a mí ME HA GUSTADO! Y creo que por los mismos motivos que comentas. Puede que la sexta temporada haya sido de pacotilla y el final una mierda sin sentido( SPOILER - puede que ese sea el final de Jack, pero de todos?!, me niego, y la idea de un purgatorio para un final distinto para cada personaje es peor, aunque si no que es esa realidad? por qué la madre de Faraday pide que no se lo lleven si todo es irreal y si no es así donde queda el hijo de Jack?)sin embargo la forma de narrarla, de captar la atención y de emocionar con la fantástica BSO, unida a los misterio ( que seguro serán respondido en spin-offs y pelis) la hacen grande entre las grandes.

Por cierto Cesar que opinas FRINGE, para mí sucesora de Perdidos(apartir de la 2º mitad de la primera temporada y en esta segunda)

PD: Seguro que lo sabes, pero sabías que a Jack lo iban a matar en el final del piloto y qué su papel recaería en Kate y ¡OH! qué imagen has puesto al final, se me cae un mito( no me gusta el rollo colegiala, corre corre que te pillo al doblar el pasillo).XD

César dijo...

Perséfone: Vaya, eso de los osos polares para hacer girar la rueda está bien visto. Pero, ¿no hubiese sido más fácil utilizar un motor? O, ya puestos a emplear animales, ¿por qué no renos, por ejemplo, que están acostumbrados al frío y no te devoran a la primera de cambio?

Francisco Frutos: Sólo vi los tres o cuatro primeros episodios de Fringe y la serie me pareció una especie de Expediente X soso y con protagonistas mucho menos carismáticos. ¿Dices que más adelante mejora?

En cuanto a nuestra querida Evangeline, pues qué te voy a decir... a mi me gusta de mujer perdida, de colegiala, de pastorcilla o de lo que le salga de las narices disfrazarse.

Perséfone dijo...

Es que un reno es mucho menos cool que un oso polar.

Anónimo dijo...

a mi personalmente el momento de la iglesia y los abrazos
me dieron ganas de vomitar

y el final bueno prefiero los finales en broma que hicieron los mismos actores

César dijo...

Perséfone: Pues sí, tienes razón. Además, si en vez de por un oso polar, los naufragos hubiesen sido atacados por un reno cabreado, la cosa hubiese perdido muchos enteros. Aunque con lo del reno, igual hubiese sido la isla de Papá Noel...

Anónimo de las 2:40: Cierto, lo de la iglesia era para potar.

Tierra dijo...

Esto de internet también produce un efecto, que por otra parte también ha sido habitual en otros medios de comunicación, quiero decir que una vez lanzado el mensaje de que el final de perdidos ha sido "malo", !quién se atreve a decir que ni mucho menos sin quedar como un paleto". Lo que yo me pregunto es qué final podría haber sido considerado bueno en una serie como perdidos. En los argumentos que leo en internet todo el mundo quería una explicación científica a todo el misterio que rodeaba la isla. A ver si lo que todo el mundo esperaba es que por fin algún científico pudiera demostrar la existencia de Dios. Cualquier final que explicara todos los enignas que nos enseñaron en la isla sería igual de malo, porque como bien dices no sería científico y por supuesto lo que no sería es verdad. Y esa es la sensación que me queda a mi del descontento en general con el final de Perdidos, que lo que todo el mundo esperaba es que alguien le enseñara la verdad de la vida.

Creo que la serie siempre ha tenido un componente religioso muy fuerte y el final ha abusado de este componente, con su caín y abel y con el más allá como final. No se trata de que me haya gustado o fuera lo que yo esperaba, lo que supongo que me he evitado es la decepción que veo en los demás seguidodres. A mi realmente lo mismo me daba un final u otro, yo tenía claro que no había final "real" que explicara tanto despropósito isleño, que lo que sí ha hecho es hacerme disfrutar. Que es el objetivo que deben tener los productos cinematrográficos, por otra parte, no doctorarnos en ciencias puras, vamos creo yo. Lo mismo hasta me equivoco, puede ser, puede ser.

Tierra dijo...

Ah y yo me he enamorado de Jacks y de Said. Es más no sé cual de los dos me gusta más.

Francisco Frutos dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Francisco Frutos dijo...

César, con ExpedienteX no la puedo compara por que me pillo chico, ahora,si te puedo asegurar que mejora y mucho. Si tuvieras tiempo yo le daría una oportunidad, puesto que aparece una trama con continuidad (aunque intercalada con capítulos autoconclusivos que además también mejoran)- SPOILER CENTRAL DE LA TEMPORADA: donde se nos habla de una guerra inminente contra un mundo paralelo.

Lanarch dijo...

La primera temporada de Fringe es cojonuda. Empieza como tú dices, pero poco a poco va apareciendo una historia más grande y el final es apoteósico (que me hayan plagiando la idea de una partida de rol no tiene nada que ver :P ). El principio de la segunda es decepcionante porque es un poco como si se olvidaran de continuar la historia, pero me han dicho que luego mejora mucho mucho.


Y sí hay series de televisión con buen final. Life on Mars, por enxiemplo, tiene el mejor final que he visto en muchos años en series, cine, rol, novelas, lo que sea. Aunque lo cierto es que, por los motivos que comentas, el final de casi cualquier serie es una invitación al desastre.

el niño del barrio apenado dijo...

un servidor recuerda un buen final de una gran serie; "The Wire" (Bajo escucha) ¿La habéis visto?¿Qué os pareció?

un cordial saludo.

ps: de perdidos no comento nada, porque la dejé de ver.

A. Romero dijo...

Niño del barrio, a mí también me parece que "The Wire" tiene un cierre perfectamente satisfactorio. Ahora, para final potentísimo el de "Yo, Claudio", que me sigue poniendo la carne de gallina aunque lo vea mil veces. Pero supongo que, como se trata de una serie "autoconclusiva" sin varias temporadas, no cuenta.

César dijo...

Amaranta: Estoy en general muy de acuerdo con tu comentario, salvo que yo no me he enamorado ni de Jack ni de Sayid. Por cierto, ¿sabes dónde has visto antes a Naveen Andrews, el actor que interpreta a Sayid? ¿No? ¿Has visto "El paciente inglés"? Era el novio artificiero de Juliette Binoche.

Francisco Frutos: Dejando aparte que me parece insultante que fueras muy pequeño cuando se emitía Expediente X, gracias por tu recomendación. Le daré una oportunidad a Fringe.

Lanarch: Lo mismo te digo acerca de Fringe. En cuanto a los finales, pues sí, el de Life on Mars es excelente. Pero se trata de una serie autoconclusiva de una temporada.

El niño del barrio apenado & A. Romero: Lo siento, no he visto el final de The Wire :(

Lanarch dijo...

Bueno, son *dos* temporadas ;) Además, no veo relación directa y necesaria entre el número de temporadas y la calidad, o no, de su final. Lo que hace falta es tener un plan. Si simplemente vas tirando hasta que los productores digan Ya basta, pues pasa lo que pasa.

Tierra dijo...

Ah pues la había visto, pero como hacía tanto tiempo ni si quiera sentía la sensación esa que tienes cuando no logras ubicar a un actor del que recuerdas haberlo visto en una ocasión anterior.

Aunque yo pienso que lo que nos enamora de un actor no es él en sí, sino el personaje.

Alicia Liddell dijo...

Dejé de ver Perdidos en el episodio 10 ó 12. Las tramas cada vez más enrevesadas me exigían demasiado esfuerzo.
Curiosamente ví los últimos 10 minutos del episodio final y me felicité a mí misma: hice bien en abandonar Perdidos a su suerte.

Tierra dijo...

Hace tiempo leí un libro sobre el taoismo. En él se hacía una reflexión sobre las diferencias que separan al hombre occidental del hombre oriental. Y estas diferencias venían a explicar por qué una filosofía como el taoismo era tan difícil de comprender para nosotros, los occidentales. La esencia del tao es el camino y es precisamente el camino lo que hace aprender al hombre. Sin embargo el occidental para aprender se pregunta los porqués como condición para andar dicho camino y sobre todo si el final (a donde nos lleva el camino) va a ser de su agrado.

Digo todo esto porque la decepción que causa el final de esta serie haciéndonos enjuiciar el sentido de haber visto tantos episodios que en sí eran buenísimos y nos mantenían en vilo, es típica de nuestra condición de occidentales. Sigo viendo una actitud muy descompasada este juicio tan negativo a la serie por tan solo dos capítulos finales que no era lo que la gente se esperaba y mucho más teniendo en cuenta que nadie tenía idea alguna de lo que le esperaba al final.

Unknown dijo...

Según lo entendí yo, los osos polares no están en la isla para mover la rueda. Sí, es cierto que Dharma los lleva, pero como parte de sus experimentos de electromagnetismo/viajes en el tiempo-espacio. Cuando descubren las propiedades de la isla en ese sentido, antes de experimentar con humanos, lo hacen con animales, primero de pequeño tamaño (conejos) y después, de más peso y evergadura. Esa es la razón por la que en ese Túnez en donde aparecen Locke y Ben, también se encuentran los fósiles de un oso polar. Habían experimentado con él.

En cuanto al final, ha sido una trampa, porque han usado los elementos de misterio para mantener enganchado al público. si desde el principio de todo nos hubieran planteado una historia mistíco-religiosa como la que presentan y culminan en el capítulo final, no creo que hubieran tenido tanto éxito.

De lo que ha hablado el público estos años han sido de los misterios de la serie, no de la transcendencia espiritual de la isla y sus personajes.

Por otra parte, los guionistas se han hartado a decir que el misterio no importa, que si patatín y patatán, pero bien que han anuncidado el lanzamiento de la serie en blu ray y como gancho...extras donde se explicarán algunos de los misterios, donde se explicarán los misterios, no la transcendencia espiritual de los personajes.

En fin, hemos sido marionetas en sus manos...pero qué seis años tan dpm nos hemos pasado con la serie, amigos.

Nyna dijo...

Tengo que comentar en esta entrada, aunque sea tarde.
Normalmente, tengo muchísima sintonía con tus ideas y tu forma de pensar, César. De hecho, un amigo me lo comentó el otro día. "Con lo mucho que tienes en común con ese hombre es raro que no hayas leído nada" Y la verdad es que he leído poco tuyo, pero eso es otra historia...
Después de esta breve intro, entiendo perfectamente como te has sentido al ver el final. Y en parte, estoy de acuerdo: en la línea temporal isleña faltan cientos de cabos sueltos que anudar. Se han centrado en la otra línea, sin terminar lo que empezaron hace cinco temporadas. Y eso ha sido un desastrillo.
Aún así, la línea temporal del limbo, me gustó.
Primero, porque no me esperaba un final así (debe de faltarme imaginación), y segundo, porque no lo interpreté como algo puramente religioso. Sí, tenemos la famosa vidriera, pero en ella aparecen todos los símbolos en los creen las personas. Lo vi algo más bien espiritual, y no tan religioso.
Me considero atea, la verdad sea dicha, y no me identifiqué en demasía con ese final, pero tampoco me pareció malo.
Lo único que me sobró fue Shepard Padre saliendo por la puerta entre ese par de angelitos :S
Y ya para acabar, el tema de los osos polares: estaban en la isla, como bien dice Gabriel, para los experimentos de Dharma, al igual que el famoso tiburón de la segunda temporada. No para tirar de nunguna rueda o.O

Un saludo :-)

César dijo...

Gabriel: Totalmente de acuerdo contigo. En principio, Perdidos era una serie de misterio y de personajes. Al final, han desarrollado los personajes, pero nos han timado con el misterio.

Nyna: El problema es que la serie tenía un planteamiento de ciencia ficción, y ese planteamiento se ha resuelto recurriendo a la fantasía. Hay una traición al género y, por tanto, a las expectativas de muchos espectadores.

En cuanto a los osos polares... sean para empujar la rueda, sean para practicar experimentos, ¿no hubiese sido más lógico emplear otro animal que no fuese el mayor carnívoro terrestre?

Nyna dijo...

Tienes razón César. Y entiendo que muchos espectadores se hayan sentido traicionados.

El oso polar fue un recurso bastante útil para sorprender y enganchar al público, "ostia, si en esta isla encontramos un bicho de estas características, ¿qué más puede haber?, ¿qué hace un oso polar en una isla tropical?"
Hace que empieces a plantearte muchas cosas acerca de ese pedazo de tierra.
Era lo más vistoso y extraño que podían añadir.
La verdad es que hizo muy bien su trabajo, porque al principio, a todos nos trajo de cabeza.

Un saludo :-)

Nyna dijo...

Por cierto, échale un vistazo a este link :-)
Intenta explicarlo todo desde el punto de vista científico. No está mal.

http://www.contenidosabcdesevilla.es/reportajes-sevilla/todo-sobre-perdidos/107-la-teoria-cientifica-que-explica-la-historia-de-lost-perdidos.html

¡Un saludo!

Jose Ramon dijo...

He visto dos veces la serie, y en los dos casos me ocurrió lo mismo, le sobran al menos un par de temporadas. Justo en el momento en que deberían haber puesto punto final de modo decoroso (una serie de ciencia ficción, aventura y catástrofes), se sacan de la manga las tres ultimas temporadas, durante las que no paras de preguntarte cómo van a cerrar tantas historias que se han ido dejando abiertas, y en las que no hacen más que aparecer nuevos personajes, más planos, para tratar de llevar la trama hacia algún punto que ni siquiera los guionistas conocen. Se nota la improvisación. Con esos antecedentes, y ante la imposibilidad de continuar la serie de una forma medio coherente (Una tercera linea temporal hubiera sido el colmo, para terminar de perdernos los espectadores) deciden responder a las peticiones mayoritarias, que son, que todos sigan juntos, que reaparezcan los que han muerto en temporadas anteriores y que cada cual se salga con la suya, todos emparejados y no dudo de que cuando atraviesan la ultima puerta se ponen morados a comer perdices. Es un final de compromiso para dar carpetazo a un jardín del que los guionistas no supieron salir. Crear espectativas, es muy fácil. Rematar el trabajo es lo verdaderamente complicado, sobre todo cuando te metes en el barro de los viajes en el tiempo, donde hay que tener especial cuidado, porque cuanto más tiempo dedicas a una historia de este tipo, más paradojas se crean y más explicaciones hay que dar. Si, me cabree con el final, porque había hecho el esfuerzo de creerme muchas cosas con la esperanza de que al final se resolvieran, y no ocurrió. A pesar de todo, debo decir que como espectáculo, me gusto. Si os gustan las series con contenido onírico, y pura fantasía, os recomiendo The Leftovers. No digo más. Ya me contareis qué os parece.